Está claro que lo que ha caracterizado al funcionamiento de la vida de los montaraces ha sido su total desinterés por "alambrar" los predios que ocupan y en los cuales desarrollan sus actividades.
En el decir de "alambrar" nos estamos refiriendo a delimitar de alguna manera lo que es su territorio.
Es que sabemos, conocemos, de manera milimétrica cuales son los puntos hasta los cuales llega cada lote.
No necesitamos ir a los planos de mensura, que casi todos tenemos aprobados a los efectos legales, para tomar conocimiento de, hasta adonde cada uno puede ejercer dominio.
Es que cada uno de Nosotros hemos dado a los agrimensores las referencias coincidentes que conforman el mosaico ribereño, y que históricamente han servido para trabajar el predio.
En cuanto a los permisos de ocupación extendidos por el Puerto, ocurre lo mismo.
Pero, se advierte que, es recurrente la aparición de personas que plantean la situación dominial, por la inexistencia de elementos utilizados comúnmente en el manejo inmobiliario (cercos, alambrados, etc.), como tierras de nadie en un principio, hasta que se les explica lo antes descripto.
Por ello, en la reunión de
Para tal fin
En otro orden de cosas se invita a los asociados a completar la planilla correspondiente, para anotar su predio, entre los autorizados, a participar en el programa primario de VISITAS INTERPRETATIVAS DE