Hagamos un ejercicio de ubicación: nuestro lugar es Berisso, Argentina, Sudamérica, Planeta Tierra.
Nuestra realidad es que somos la tripulación de una burbuja azul que viaja indefinidamente por el espacio.
En el fragor del día a día perdemos de vista lo esencial: la nave espacial tierra es cerrada y limitada en lo que respecta a espacio y medios que permitan la supervivencia infinita de sus pasajeros. La humanidad tiene que permanecer en ella hasta que encuentre otro planeta que, con similares características que la Tierra, permita vivir a la especie humana. Y repetir el procedimiento por siempre para que ella no tenga fin.
Miles de personas está empeñadas en lograr la toma de conciencia planetaria sobre esta cuestión. El hombre, por razones que deberán estudiar quienes tienen competencia específica en lo que se relaciona con el comportamiento, ha armado un entramado para el funcionamiento social, es decir un sistema de relación para permanecer en el habitáculo, que niega la realidad expuesta.
Es la misma situación que se daría en un avión de pasajeros, en un vuelo sin destino próximo posible determinado, con ventilación y posibilidad limitada de tirar los desechos producidos por los viajantes, en la cual todos fumaran, cocinaran, comieran, defecaran, etc. Se acabarían los víveres, el agua, los taparía la mugre, se quedarían sin oxígeno. Lo que indica el insuficiente peso de la estructura legal internacional armada con la pretención de poner en caja a los agresores ambientales, es la noticias reciente que señala que las emisiones de dióxido de carbono alcanzaron en 2010 el nivel más alto de la historia (anunciada por la Agencia Internacional de Energía). Además en cualquier lugar del planeta encontraremos contaminación en las aguas (a tal punto que la basura ya forma islas en los océanos), los ríos y el agua potable esencial para la vida se va haciendo un bien escaso, etc.
El sistema global instaurado por el hombre-cromañón en épocas en que esto era naturalmente soslayado, aún persiste, generando "prosperidad individual" a algunos, y "bienestar" a los pueblos, a expensas de lo que se denomina pasivo ambiental, o lo que es lo mismo, restándole posibilidades de sobrevida a las generaciones futuras.
Hay muchísima gente comprometida en esta lucha que se libra para superar este estado social de barbarie, mediante la rectifición del curso autodestructivo que mantiene el funcionamiento social humano . También se reconoce una infinidad de medidas implementadas por las clases dirigentes en algunos países del mundo (el tratamiento de la basura, el saneamiento de los cursos de agua, el desarrollo de la energía limpia por ejemplo). Es el 5 de Junio el día de cada año en el que debemos renovar los votos y tratar de lograr nuevos adherentes que se comprometan a crear esa "conciencia planetaria"antes nombrada, con el supremo objetivo de la preservación de la vida en el globo azul.
